sábado, 2 de febrero de 2013

UN PASSEIG PER ES NOSTRO CAMP

UN PASEO POR EL CAMPO
El invierno es una de las épocas más hermosas para disfrutar del campo de la isla. Cierto que a veces el tiempo no acompaña, pero realmente son muy pocos los días que hay lluvia ó viento. En numerosas ocasiones tenemos encima un anticiclón que nos proporciona días soleados como estos días pasados y en los cuales caminar por el campo es una auténtica delicia. Una de las cosas que más asombra son estas casas aisladas de campo de la isla. Aunque los cánones arquitectónicos locales apuestan por el blanco siguiendo una tradición fenicia de encalar la casa, algunas son de piedra. El verde del campo contrasta con estas casas.
La vivienda tradicional de Ibiza empezaba con una casa relativamente pequeña de una sola habitación y a medida que nacían los hijos, o dependiendo de si el nuevo matrimonio tenía que quedarse viviendo con los padres de algún cónyuge, la casa era más grande o por lo general se iban añadiendo las dependencia o número de habitaciones que se iban necesitando con el crecimiento de la familia. Algunas tenían dos pisos como la de la imagen que curiosamente también es de piedra.
Aunque la mayoría de casas como esta de la imagen de arriba sí está encalada, se dejaba sin encalar los muros exteriores laterales. En ocasiones el viajero verá como en el caso de los muros sin encalar, las puertas y ventanas tienen un marco blanco alrededor de las mismas ó incluso algunas con alguna cruz, que servía para ahuyentar las brujas o malos espíritus. Hace algunas décadas Ibiza seguía siendo una isla con muchas supersticiones.
Ésta de arriba podría ser un ejemplo de como empezaba a ser una casa para una pareja de recién casados que vivían solos y a la espera de tener hijos. Un porche interior que hacía las veces de salón, una cocina y una habitación.
Más adelante como se podía se iban añadiendo más dependencias a la casa, habitaciones, corrales, graneros y lo que hiciera falta. En ocasiones la parte encalada de blanco delataba la antiguedad respecto a la zona no encalada que generalmente era la más nueva.
Particularidades de las casas payesas. Suelen estar rodeadas de árboles, olivos, algarrobos, chumberas o incluso (como algo más exótico pero muy habitual) una palmera datilera. Otro elemento imprescindible antiguamente eran los carros, por supuesto en unas habitaciones que estaban separadas de la casa principal dormía una mula (generalmente) ó un caballo dependiendo de las posibilidades de la familia. El carro acarreaba la siembra desde el campo hasta el granero de la casa durante la semana laboral, y el domingo toda la familia se engalanaba y el carro se preparaba como medio de transporte para ir al pueblo (generalmente a bastante distancia) a oir misa y a encontrarse con la población. Era la Ibiza rural, eran otros tiempos...

3 comentarios:

Sensaciones en Imagenes dijo...

Esto es lo que tiene vivir en un paraíso como tu isla, preciosas tomas amigo.
Un abrazo.

Pepe Roselló dijo...

Un paseo por el campo, ese maravilloso campo de invierno,que aunque parezca extraño, aquí en nuestra isla es como una eterna primavera. Que paz lejos del bullicioso verano. Se me hace corta. Me siento evadido entre tus fotos. Fantástico escenario para venir, disfrutar, andar y RECORRER IBIZA

Vicente B dijo...

Muchas gracias SENSACIONES EN IMÁGENES. Desde luego es cierto que Ibiza es un paraíso y en invierno más, cuando la isla la envuelve una tranquilidad imposible de tener en verano. Un abrazo.

PEPE ROSELLÓ: Efectivamente los meses de invierno aquí ya es primavera. Todas las temporadas tienen su particular encanto. Como dices (y en homenage a Joan Costa) hay que RECORRER IBIZA. Un saludo.