domingo, 5 de junio de 2016

FORTALESA DALT DE S´ESGLESIA DE PORTMANY

FORTALEZA EN LA IGLESIA DE SANT ANTONI DE PORTMANY
Ya he hablado anteriormente de que algunas iglesias, las más antiguas de la isla, fueron inicialmente edificadas como templos pero a la vez como robustas y fuertes fortalezas en donde la gente del núcleo urbano y aledaños acudían no sólo a misa sino también en caso de amenaza de invasiones moriscas.
Las invasiones venían por mar, y el puerto de Portmany era un goloso objetivo de las invasiones de los entre otros los turcos y los piratas árabes y donde los invasores atacaban sin piedad las granjas, los pueblos y a sus habitantes que los convertían en esclavos. Por eso que estuviese bien defendida la iglesia era esencial y en su gran torre cuadrada (la única cuadrada de la isla) se levantaban los cañones que protegían a la población de los bárbaros. 
Es indudable el parecido de la torre con la de cualquier castillo. Y aquí era donde la población se encontraba más segura. Esta torre data del siglo XVI y desde aquí haciendo sonar una caracola se comunicaba a la población del inminente peligro que estaba a punto de acechar a la población, donde todos corrían aquí a refugiarse.
Los cañones tenían un radio de acción de unos 4 kilómetros, suficientes para proteger el puerto y poder hundir algún barco y además existe todavía hoy un foso entre el campanario que baja hasta la puerta principal del templo en donde se echaba a los invasores grandes cantidades de aceite hirviendo y que servía para repeler el intento de entrada al templo que tenía puertas de hierro para evitar pudieran ser quemadas. Hoy los cañones no tienen ni mucho menos la gran visibilidad que tenían antaño, ya que los grandes edificios de esta ciudad turística hace que la iglesia haya quedado en una auténtica miniatura rodeada de grandes edificios.
Poco a poco y a medida que la amenaza de las invasiones iban disminuyendo cada vez el templo dejaba mas de lado su carácter defensivo para convertirse poco a poco en templos religiosos exclusivamente.
Y así se fueron construyendo los campanarios, el de Sant Antoni de Portmany posee dos campanas que llevan los nombres de Angela y María, la primera por que tocaba las horas del ángelus y la segunda los toques de María por la tarde.
Por esta razón de haber sido fortaleza, se explica que la mayoría de iglesias en Ibiza que ejercieron dicha función no poseen ventanas y si gruesas paredes, lo que no falta (a excepción de la torre que es de piedra y nunca fue pintada de blanco) es el característico color blanco en las paredes del templo.